Vuelvo al Mèdano de Cabuyare
Viernes 6 de julio de 1982. Río Arauca.
Navego con las indicaciones que me diera un señor de apellido Castillo. A pesar de lo precisas que aparentaban ser, el río siempre las contradecía: donde era a la derecha, fue a la izquierda; donde era Hartaona fue El Tuqueque. Luego de ocho horas, por fin llego al Médano de Cabuyare. Es un médano a las orillas del Arauca, con su casa de posadas y un bosque de algarrobos. Al verlo he recordado esa edad feliz y distante. En su honor compuse este poema:
Vuelvo al Médano de Cabuyare
Hay árboles con barbas
a la orilla
del río.
Ya nadie
reconoce
al viajero.
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